Hoy queremos hablaros de por qué es tan importante la concienciación de realizar una valoración inicial del desarrollo motor del bebé.
El parto es lo que sufre la madre, el alumbramiento de su hijo y todo lo que ello conlleva. El bebé es bienvenido al mundo, bien a través del canal vaginal o, en muchas ocasiones, con una cesárea.
Dependiendo del tipo de nacimiento que tenga el bebé es posible que pueda encontrarse con unos pequeños problemas que van a condicionar los primeros meses de vida y/o a lo largo de ella.
POSIBLES PROBLEMAS EN PARTO VAGINAL:
Si el encajamiento es muy anticipado, es posible que los huesos del cráneo del bebé sufran estas presiones, dando lugar a bloqueos es las suturas craneales, así como en vértebras cervicales que pueden presionar a nervios craneales afectando así a la succión o al funcionamiento del sistema digestivo (cólicos del lactante). Además, si los bloqueos son muy fuertes y se mantienen en el tiempo, puede ser que el crecimiento del cráneo del bebé sea asimétrico dando lugar a plagiocefalias, braquicefalias y/o tortícolis.
Durante el expulsivo, los movimientos de tracción y rotación desde el cuello del bebé pueden causar daño en la duramadre, dando lugar a una situación de tensión dural.
Las vueltas de cordón alrededor del cuello pueden presionar el hioides, relacionado con toda la musculatura implicada en la lactancia. Por tanto, una lactancia no eficiente puede tener su origen en un bloqueo de las estructuras cervicales.
Las fracturas de clavícula e incluso del plexo braquial (parálisis braquial obstétrica), pueden suceder en los partos vaginales. La clavícula queda atrapada con el pubis de la mamá y al tirar para sacar al bebé puede partirse.
POSIBLES PROBLEMAS EN CESÁREA:
Al igual que en un parto vaginal, las vueltas de cordón y los bloqueos craneales y de cervicales pueden aparecer.
La desventaja de la cesárea es que al no atravesar la pelvis de la mamá no sufre ese “masaje intenso” que hace que todos los huesecitos del cráneo y vértebras cervicales vayan a su sitio, por lo que los bloqueos son mucho más frecuentes en este tipo de nacimientos.
En el caso de las vueltas de cordón, la situación es igual que un nacimiento natural. Vértebras cervicales bloqueadas que limitan la función de alimentación.
Por esto es aconsejable realizar una valoración del sistema musculo-esquelético y del desarrollo motor de los recién nacidos.
Cualquier bloqueo de hueso craneal o vértebras se puede resolver fácilmente en un par de sesiones, permitiendo así el crecimiento y desarrollo adecuado de los pequeños.
Además, en el caso de la fractura de clavícula, podremos optar tanto por un tratamiento conservador (si no hay desplazamiento) como por cirugía (en casos de desplazamiento o rotura del plexo braquial).
FRACTURA DE CLAVICULA
No es infrecuente que al explorar a un recién nacido ya pasados unos días del nacimiento, palpemos un bulto en la zona de las clavículas, bulto que aparece solo en una de ellas. En ocasiones, se acompaña de crepitación y da la sensación de que le producimos dolor al recién nacido al tocarla, a la vez que observamos que le bebé mueve menos ese brazo. Es posible que el diagnostico sea fractura de clavícula.
Este problema es relativamente frecuente, en partos complicados, cuando se trata de bebés que son grandes.
Los procedimientos osteopáticos aplicados a niños mayores son los mismos que para los recién nacidos, es decir, normalizando los equilibrios miofasciales y las disfunciones torácicas y cervicales superiores. La articulación acromio clavicular del niño que puede presentar una disfunción somática. Debe ser evaluada y tratada. Una función satisfactoria de esta articulación es muy importante para permitir el crecimiento normal del hombro y la extremidad superior. Las disfunciones acromioclaviculares son la causa de numerosos problemas escapulares en el adulto.
TORTICOLIS CONGENITA
El tortícolis muscular congénita es una deformación del cuello, que se presenta con relativamente frecuencia, en el recién nacido o durante los primeros meses de vida. Se debe a un acortamiento de un músculo del cuello de ese lado llamado esternocleidomastoideo.
A veces, al palpar el cuello, se puede notar un bultito del tamaño de una oliva en el músculo lesionado y el bebé tiene la cabeza inclinada siempre hacia el mismo lado. Presenta, además, una dificultad para girarla hacia el lado contrario. Puede acompañarse de una asimetría facial y de un aplanamiento craneal posterior (plagiocefalia) del lado afectado.
Cuando se sospecha una deformidad del cuello conviene que el bebé sea explorado por el profesional para determinar si se trata de un tortícolis muscular u otra alteración cervical más importante.
Si la deformidad se descubre en el recién nacido o durante los primeros meses de vida, el tratamiento consiste en osteopatía. Mediante manipulación y ejercicios de estiramiento que se inician inmediatamente, la evolución suele ser muy buena, consiguiendo la resolución y la corrección completa sin deformidades residuales.
La osteopatía diagnosticará y tratará de forma no invasiva la deformación craneal asociada de nuestro bebé, mejorando la movilidad de su columna, así como ayudando a restablecer la normalidad de su estructura craneal.
DISFUNCIONES DEL PLEXO BRAQUIAL
La PBO es una complicación adquirida del mecanismo del parto, el niño luego de llegar al mundo no mueve gran parte de su brazo o todo afectando el desarrollo motor e incluso el crecimiento del bracito. Se dice que es obstétrico porque ocurre al momento del parto, donde por el mecanismo de extracción usado, se estira de forma forzosa el espacio entre cabeza-cuello-brazo que a su vez estira al plexo braquial, un conjunto de ramas nerviosas unidas a la médula espinal. Cuando el niño viene de cabeza (posición cefálica) la elongación sucede generalmente porque el hombro queda atrapado o bloqueado por el pubis (sínfisis pubiana). En caso contrario, que el niño viene de nalgas (presentación pelviana) lo que queda anclado es la cabeza, elongando el tronco y cuello tratando de sacar al bebé.
Dependiendo de las raíces nerviosas que sufren este estiramiento forzado y de qué tan grave fue el resultado va a cambiar su clínica, es decir, como se presenta la patología en el niño en cuanto a los movimientos que no realice, sensibilidad que disminuye y posturas que adopta. También de acuerdo al tipo de lesión al nervio, dependerá la recuperación total, parcial, así como no tener recuperación alguna, como es el caso de que el nervio se rompe por completo separándose de la médula espinal. Además, no todas las raíces cervicales se afectan siempre. Y así tendremos los distintos tipos de parálisis, su distinto pronóstico y distinta evolución con respecto a las recuperaciones.
Todo tratamiento realizado para facilitar la regeneración nerviosa debe tomar en consideración la compresión directa de los drenajes venoso y linfático del plexo braquial, así como los reflejos somato-viscerales. El tratamiento osteopático debe promover los intercambios y el metabolismo de los tejidos, facilitar el drenaje del edema e impedir o reducir la presencia de tejido cicatricial.
El objetivo del tratamiento es la de optimizar la regeneración nerviosa e impedir el desarrollo de un desequilibrio muscular.
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