DEFINICIÓN

El síndrome de médula anclada es una malformación o fijación anormal de la columna vertebral, impidiendo el flujo normal del fluido espinal alrededor de la médula y el movimiento normal de esta dentro de la membrana. Esto sobrecarga la médula espinal durante los movimientos normales. Dicha sobrecarga y el estiramiento de la médula espinal pueden dañar los nervios y causar una variedad de síntomas.

CAUSAS

El síndrome de médula anclada por lo general ocurre por la tensión mecánica originada por la tracción sobre la médula de los elementos que la anclan, porque la médula espinal no se separe de la piel de la espalda, después de una lesión en la médula espinal o por la isquemia producida por defectos de irrigación sanguínea originados por la tensión sobre la microvasculatura medular. Pueden aparecer desde dos meses hasta muchas décadas después de la lesión.

SÍNTOMAS

Algunos de los síntomas más comunes de la médula anclada son:

  • Dolor de espalda y piernas.
  • Dificultad para estar de pie o caminar.
  • Deformidad, debilidad o entumecimiento muscular.
  • Pérdida progresiva de sensibilidad o fuerza.
  • Empeoramiento de la escoliosis.
  • Deterioro progresivo de la médula.
  • Movimientos más lentos.
  • Pérdida del control de la vejiga o de los intestinos, que puede incluir incontinencia urinaria nocturna.

FACTORES DE RIESGO

  • Las mujeres se ven más afectadas que los hombres.
  • Antecedentes familiares: La médula anclada tiene una predisposición congénita, especialmente relativa a los defectos del tubo neural.
  • Agentes metabólicos y ambientales: Son otros de los factores que pueden contribuir durante el embarazo de la madre a los defectos del tubo neural.

DIAGNÓSTICO

El diagnostico de una médula anclada puede presentarse al nacer, pero la mayor parte de las personas que lo padecen suelen desarrollar sus síntomas en las dos primeras décadas de su vida, normalmente en la adolescencia, es por ello por lo que, el diagnóstico se realiza en la edad adulta, ya que es cuando se descubre.

Las pruebas que se pueden realizar para confirmar el síndrome de la médula anclada son:

  • Radiografías.
  • Ultrasonido de la médula espinal para ver cómo se mueve dentro de sus membranas (meninges).
  • Resonancias magnéticas.
  • Exámenes musculares para investigar movimiento, sensibilidad y fuerza.
  • Exámenes para revisar los riñones y la vejiga.

TRATAMIENTOS

En el campo de la osteopatía existe un amplio abanico de posibilidades que tendrán como objetivo actuar sobre las compensaciones del cuerpo ante una crisis de dolor que ocasiona una aptitud antiálgica.

  • Osteopatía: El profesional intenta devolver la movilidad a ese grupo de vertebras que están compensando la falta de movilidad de la zona afectada por la inflamación y el dolor.

A nivel visceral activaría esos órganos que están conectados neurológicamente con la zona vertebral afectada.

La terapia craneosacral permite profundizar a través de las fascias activando restricciones a este nivel.